Desarrollo del escuchar y del lenguaje oral en NB1: Algunas consideraciones metodológicas

Paz Baeza Bischoffshausen
María Cristina Solís Zañartu

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Consideraciones metodológicas
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Es importante que el profesor desarrolle en los niños una actitud positiva frente al escuchar, para esto deberá orientar todas sus actividades al desarrollo de este hábito, generando en el aula, situaciones que permitan desarrollar el escuchar con los niños. i
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Al trabajar un programa de desarrollo del escuchar y del lenguaje oral, el educador tendrá que dar instrucciones claras y en orden, no repetirlas mas de lo necesario, utilizar una señal para llamarlos en vez de gritar, elogiar a los niños que están en silencio, no interrumpir a sus alumnos corrigiéndolos, hacer pausas silenciosas al iniciar una actividad y finalmente realizar distintos juegos que estimulen los distintos tipos de escuchar. También el educador deberá proporcionar instancias para que los niños enriquezcan su vocabulario; descripciones de objetos, laminas, etc, visitas a lugares, leyendo cuentos, jugando adivinazas de palabras, escuchando y leyendo noticias para luego comentarlas, audición de rimas, trabalenguas , etc, narración de situaciones de la vida cotidiana, etc. Sin duda el maestro debe generar momentos en donde los niños puedan conversar en forma libre y a su vez tomen la palabra y sostengan discusiones acordes a su edad.

La literatura realiza un gran aporte en el desarrollo del niño, debido que incentiva el interés y el gusto por ella, produce agrado, desarrolla la imaginación y el lenguaje, provee experiencias vicarias, ayuda a comprender las conductas humanas, favorece la creación literaria, desarrolla el pensamiento, permite adquirir conocimientos, favorece el juicio valórico y desarrolla el juicio estético, pero para lograr todo esto es importante que el profesor dedique tiempo para seleccionar poemas y cuentos, tanto para ser leídos por el niño como narrados por un adulto, considerando la selección de la obra, sus condiciones para narrarla y el ambiente. En las poesías el educador debe fomentar el gusto por leerlas y escucharlas y finalmente tiene que considerar la dramatización dentro de sus actividades como una estrategia de alto valor educativo.